Seguimos con los abanicos.
Esta vez es un abanico viajero
que se llevan hasta Alemania.
Un modelo de enredaderas y glicinias
que me encargaron para hacer un regalo,
porque la destinataria estuvo en Madrid
y no vio nada que le gustase.
Espero que acierten.
¡Parece que los abanicos se imponen este otoño!